Aquí nos tienes, Señor,
para recorrer contigo el camino hasta el Calvario.
Queremos escuchar tus palabras dolorosas, grabarlas en nuestra alma, para que
no olvidemos jamás la lección de tu cruz y de tu muerte.
Queremos, junto a Ti, aprender a morir y también aprender a vivir; aprender
a vivir, plenamente, la vida que tú nos ganaste con tu dolor y tu sangre.
Que tu sangre caiga sobre nosotros perdonando y limpiando.Te necesitamos, Señor.
Eres el único de quien tenemos necesidad.
Ven a nuestra Vida con tu cruz y con tu muerte;
esa es la única verdad.
Todo lo demás es engaño y mentira.
Estamos locos cuando nos apartamos de Ti.
Sólo tú puedes llenar nuestro corazón.
Ven, Señor, a nuestra vida o moriremos.
Habla, Señor, que tus siervos
escuchan.
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