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XII
HA MUERTO
(Te adoramos, Cristo, y te bendecimos)
No hay dolor como
ver morir a un hijo, y aquí está:
muerto,
inmóvil, el Hijo de Dios y de mis entrañas.
¡Ya habéis
terminado vuestra obra! Podéis estar satisfechos los hombres.
Ya está muerto. La tierra está manchada con su sangre,
con su sangre que grita hasta los cielos gritos de perdón y de
amor. No habéis sido vosotros solos los que lo matáis;
vosotros sois la humanidad entera,
que ha reunido aquí todos sus
pecados.
Ya está muerto. Ya no puede sufrir. Pero esta muerte la llevarán
en sus corazones miles de hombres pecadores; cada corazón será un
calvario cuando peca contra Dios.
Y junto a todos los calvarios, estaré yo
en pie, viendo a mi hijo muerto en vuestras almas.
Vosotros que habéis visto cómo ha muerto,
no volváis nunca
a crucificarlo en vuestro corazón;
es Hijo de Dios y de mis entrañas.
(Hemos pecado, Señor, Ten piedad de nosotros)
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