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II
SOBRE MIS HOMBROS LLEVO LA CRUZ
(Te adoramos, Cristo, y te bendecimos)
El que quiera ser
discípulo mío que tome
su cruz y me siga. Yo voy el primero.
Todos tenéis que llevar vuestra cruz.
A todos os costará, como me cuesta a mí.
Yo llevo vuestra cruz,
la que merecisteis vosotros, pecadores;
pero de mis hombros pasa el largo madero del dolor hasta vuestros hombros;
todos vamos llevando la cruz.
Mas la cruz te puede hacer un santo
o un rebelde blasfemo.
Ante el dolor, la muerte, la injusticia,
la persecución; cuando la rebeldía se levante
en tu corazón, mira a la cabeza de la procesión de todos los
que sufren:
Allí estoy yo, tu Dios, llevando la cruz.
(Hemos pecado, Señor, Ten piedad de nosotros)
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